"La ley te hace sufrir porque eres culpable, porque puedes serlo, porque quiere que lo seas"
Hola. Somos Estudiantes del CECyT No. 3 "Estanislao Ramirez Ruiz", donde se nos imparte la mteria de Comunicacion Cientifica. En este sitio web podras encontrar todo acerca de nuestro trabajo, "La Tortura: Psicologia del Torturador". La investigacion comenzo en el aula, despues de conformar los equipos cada uno de los integrantes dio una opcion de tema a investigar, de entre ellos el tema elegido fue "La Tortura". Despues, investigamos acerca del tema en las diferentes fuentes documnetales (APA) dando como origen a el Marco teorico.
Como ya se ha dicho antes, este trabajo ha sido hecho con un fin academico, pero de igual manera enfocamos nuestra atencion a hacer que el sitio y el tema delimitado fuese del interes comun. A ti querido lector te debe de importar la tortura porque es un tema en el cual el hombre con poder aprovechaba la ignorancia del pueblo para hacer que sean temidos, a que la sociedad baja hiciera lo que la gente con mando quisiera. Como ejemplo principal tenemos la Santa Inquisición. Pero, como pudo haber tenido tanta maldad la gente para tener tanta maldad?, descúbralo en la psicología del torturador.
En la observación de la tortura la atención se dirige espontáneamente hacia sus actores, aún antes que hacia sus prácticas. No es éste, sin embargo, un ejercicio tan simple e inocente. La pareja formada por torturador-torturado (que de estos actores se trataba) está integrada, en realidad, por cuantos cumplen un rol, voluntario o no, activo o pasivo, atento o indiferente, en esa relación. Su clasificación más obvia los sitúa sobre dos rectas que aquí representaremos formando un ángulo e interrelaciones por/en distintos marcos.
Existen varios perfiles de torturadores:
* El torturador psicótico sádico que se goza del sufrimiento de la víctima teniendo como único objetivo saciar sus bajas pasiones. Este tipo está vinculado al aspecto delictivo y se enmarcan en criminales sexuales, pederastas y sujetos con locura agresiva y ensañamiento.
* El torturador entrenado, es un sujeto que por su frialdad emocional ha sido altamente entrenado para someter a víctimas con el objetivo de obtener un dato de parte de ella, generalmente pertenece a una organización del Estado, guerrillera o perteneciente al crimen organizado.
* El torturador psicológico, es un sujeto que pertenece a una organización humana y que ostenta un grado de poder y que aplica por lo general el apremio sicológico para manejar a sus subordinados, este tipo de torturador se dá mucho en entidades castrenses.
La desadaptación. El estrés generado por el sistema de la tortura en su ejecutor puede ocasionarle trastornos, sufrimientos y conducta desadaptada. Estamos en un terreno casi exclusivo de la psicopatología y de la clínica convencionales No se trata de un proceso necesario. Su aparición, forma y morbilidad dependerá de cada individuo, de sus condiciones laborales y de factores históricos y culturales. Así, podrá augurarse un aumento de la patología cuando el torturado represente, más allá de los muros del Centro, una presencia repudiadora u ominosa. Por ejemplo, cuando el medio social reconozca la tortura y rechace a su ejecutor, o cuando éste se crea en peligro físico. En consecuencia, las medidas preventivas que procurará un sistema de la tortura que se preocupe por la salud de sus miembros tenderán a la anulación de los riesgos físicos y a la legitimación social de sus operarios mediante los recursos oportunos: la desaparición de su denuncia pública, la demonización del torturado (se merece cualquier cosa) o el silencio acerca de la tortura (palabra inconveniente, no académica, sospechosa ...) entre otros.
Los estilos. El estilo de tortura permite extender el juicio del individuo al grupo. También a la institución y a la sociedad, por lo que un apartado similar podría figurar en la exposición que se haga de ese actor.
Las condiciones laborales. El primero de los elementos del mundo laboral a destacar es el propio trabajo en una sociedad -o en unos sectores de su población- en los que ése es un bien apreciado y escaso. El torturador tiene trabajo y, si lo deja, queda en el desempleo. Tiene también un poder económico, estatus social, imagen pública (en cuanto funcionario) de los que de otro modo carecería. Son cosas a las que hay que reconocer su valor psicológico, a veces de supervivencia (ser alguien económicamente o para las personas significativas, o no serlo). Existen otros motivos, desde luego: ideológicos, tradición familiar, deseo de aventura o personalidad sociopática.
Rara vez se acepta de modo consciente este trabajo. No es tortura, sino que se va convirtiendo en tortura. Incluso cuando ya lo sea de un modo inequívoco y exclusivo se dirá que es una cosa diferente: una guerra, una labor cívica, una cruzada...
Recibirá un entrenamiento que tiene dos objetos: trabajar correctamente y sentirse bien haciéndolo. Podrá tratarse de un entrenamiento especifico, como el citado en otro lugar, o informal: impartido por las rutinas, prácticas y compañeros del Centro, en especial los superiores y los más antiguos.
La Tortura